¿Que sabes de tu sexualidad?

Más de lo que crees, quizás no pongas nombre a algunas cuestiones que tienen que ver con tu vida sexual y erótica, pero
¿cómo no vas a saber sobre tu sexualidad si vive en ti, contigo, desde siempre y para siempre?
Desde esta sección intentaremos poner palabras sencillas y entendibles a las muchas cuestiones y situaciones que se plantean y ocurren en nuestras biografías sexuales, pero por otra parte es necesario conocer también este tipo de lenguaje para tener conocimiento y sentido crítico ante tanto experto como se nos quiere imponer desde las distintas fuentes de información.

Nuestra intención es encontramos en escenario de conocimiento libre de dogmas y de juicios morales. Se nos ocurre que la mejor manera de llevar a cabo esta vocación, es realizar un recorrido por los Derechos Sexuales desde una visión bioética cuya pretensión es la de hacer más feliz la vida de las personas.

Es verdad que los Derechos Sexuales- con muchos puntos en común pero diferentes de los Derechos Reproductivos- son reconocidos como Derechos Humanos Universales, pero también conocemos de lo poco que se respetan algunos de estos derechos Humanos, por lo que sobra decir que tampoco los Derechos sexuales. Estos son los derechos. Podemos leerlos y comprobar uno por uno cuanto nos acercamos o distanciamos de su cumplimiento:

Derechos Sexuales

1. El derecho a la libertad sexual.
abarca la posibilidad de la plena expresión del potencial sexual de los individuos. Sin embargo, esto excluye toda forma de coerción, explotación y abuso sexuales en cualquier tiempo y situación de vida.
2. El derecho a la autonomía, integridad y seguridad sexuales del cuerpo
incluye la capacidad de tomar decisiones autónomas sobre la propia vida sexual dentro del contexto de la ética personal y social. También están incluidas la capacidad de control y disfrute de nuestros cuerpos, libres de tortura, mutilación y violencia de cualquier tipo.
3. El derecho a la privacidad sexual
involucra el derecho a las decisiones y conductas individuales realizadas en el ámbito de la intimidad siempre y cuando no interfieran en los derechos sexuales de otros.
4. El derecho a la equidad sexual
se refiere a la oposición a todas las formas de discriminación, independientemente del sexo, género, orientación sexual, edad, raza, clase social, religión o limitación física o emocional.
5. El derecho al placer sexual,
incluyendo el autoerotismo, es fuente de bienestar físico, psicológico, intelectual y espiritual.
6. El derecho a la expresión sexual emocional
va más allá del placer erótico o los actos sexuales. Todo individuo tiene derecho a expresar su sexualidad a través de la comunicación, el contacto, la expresión emocional y el amor.
7. El derecho a la libre asociación sexual
significa la posibilidad de contraer o no matrimonio, de divorciarse y de establecer otros tipos de asociaciones sexuales responsables.
8. El derecho a la toma de decisiones reproductivas libres y responsables
abarca el derecho a decidir o no tener hijos, el número y el espacio entre cada uno, y el derecho al acceso pleno a los métodos de regulación de la fecundidad.
9. El derecho a información basada en el conocimiento científico
implica que la información sexual debe ser generada a través de la información científica libre y ética, así como el derecho a la difusión apropiada en todos los niveles sociales.
10. El derecho a la educación sexual integral
es un proceso que se inicia con el nacimiento y dura toda la vida y que debería involucrar a todas las instituciones sociales.

La sexualidad no solo educable, sino cultivable y promocionable en todas sus múltiples dimensiones: procreativas, comunicacionales, relacionales y, por supuesto, lúdicas.
El modelo preventivista de Educación Sexual se ha mostrado ineficaz, incluso para aquello que pretendía, prevenir los mensajes sobre consecuencias no deseadas en el encuentro sexual. El miedo es una mala estrategia educativa.
El deseo, las expectativas por razón de sexo (género), nos colocan no poca veces ante situaciones que hemos de resolver con una preocupante angustia y un grave desconocimiento de nuestras auténticas posibilidades eróticas y placenteras.
Todos educamos sexualmente, todos educamos en general. Aun en el más absoluto de los silencios sobre cualquier tema, estamos trasmitiendo un mensaje perfectamente entendible: de esto no se habla. La pregunta siguiente es: ¿Por qué no se habla de esto? Las respuestas son variadas pero ninguna de las que nos damos nos tranquiliza, y lo que es peor, ninguna de las que obtenemos nos enseña.
11. El derecho a la atención de la salud sexual. Sexualidad Saludable.
debe estar disponible para la prevención y el tratamiento de todos los problemas, preocupaciones y trastornos sexuales.

Hace referencia a todos aquellos problemas que pueden surgirnos en el desarrollo de nuestra vida sexual.
Es la dimensión erótica de nuestras vidas, concreta e interesadamente la parte más genital, la que sin duda acapara mayor atención y dedicación. Las conocidas Disfunciones Sexuales que afectan a las fases de la Respuesta Sexual Humana: deseo, excitación, orgasmo, resolución. Algunas que tienen que ver con el dolor y/o imposibilidad del coito: dispareunia y vaginismo.
En un nivel mayor de abstracción y en plena y actual reelaboración las circunstancias- que no patologías- que tienen que ver con la Identidad Sexual (Disforia de género, Transexualidad) y la Orientación del Deseo Erótico( Homosexualidad, Heterosexualidad, Bisexualidad).
Y dentro de la parte más desconocida, llamativa, vilipendiada e incluso penalizadas algunas de las Parafilias (podríamos traducirlo del griego como “amores al margen”): exhibicionismo, voyeurismo, pederastia, zoofilia, necrofilia y un largo listado de filias que se separan del considerado habitual y normalizado comportamiento humano. Muchas de estas, en las que no se producen daños a otras personas, por supuesto, tienen que ver mucho con el primer derecho sexual que es el de la libertad sexual. De ello hablaremos más adelante, ahora toca comprenderlas primero y atenderlas después, si fuera necesario.